Conocemos el Little Black Dress (LBD) o vestido negro como símbolo de elegancia. Desde luego, es una de las prendas que debemos tener en el armario. Pero ¿y en verano? Hace unos días, os preguntábamos sobre qué color preferíais en la época estival. Y había diversidad de opiniones entre el blanco y el negro. Lo cierto es que, de manera paralela al auge del boho chic nos encontramos la preferencia por el vestido blanco corto o Little White Dress (LWD).
En España, la moda adlib o ibicenca es pionera en los vestidos blancos de estética hippy, aunque siempre pensamos más en vestidos largos y no tanto en minivestidos. La moda adlib ya traspasó fronteras hace unos años y los vestidos blancos, de toda clase y condición, se han convertido en un must del verano.
A su favor, podemos decir que combinan con casi todo: taconazo y zapato plano, bolsos de tejidos más naturales o sofisticados, sombreros, pañeuelos, pendientes…
En función de nuestras formas corporales, elegiremos un modelo u otro, que nos resultará más favorecedor. Si queremos parecer más altas, mejor los vestidos minifalderos. Si quieremos estilizar la figura, evitaremos el escote Bardot y elegiremos un escote en V, tirantes anchos y cinturón o pliegue lateral. Si quieremos dismular el busto, nada de volantes en la zona de pecho. Y, aunque es obvio decirlo, con un cierto bronceado (saludable) siempre quedarán mejor.
Esta es nuestra inspiración en Little White Dresses:





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