Como en la moda todo vuelve, uno de revival más importantes en los últimos años ha sido el ‘kitten heel’ o tacón de gatita. Hablamos de esos zapatos de salón con un tacón fino que suele rondar los tres o cuatro centímetros.
Este tipo de zapato se creó en los años cincuenta para que las adolescentes empezaran a acostumbrarse a los tacones. Su revolución llegó de la mano de la actriz Audrey Hepburn, que hizo de ellos junto con el Little Black Dress un auténtico símbolo de elegancia.
Hoy día, la verdad, es que son la mejor opción para aguantar los tacones durante todo el día.
¿Os apuntáis a esta moda tan femenina?