Tenía ganas de probar las nuevas planchas rizadoras Curl Secret de Babyliss Paris. Pero durante las Navidades se habían agotado en todas las tiendas y hasta ahora no han comenzado a reponerlas.
Ya las tengo y efectivamente conseguí hacerme yo misma los rizos. El funcionamiento es sencillo. La plancha coge el mechón y lo envuelve en un cilindro que tiene en su interior, aplica calor sobre él y una vez finalizado el tiempo de calentamiento, soltamos el bucle.
Os cuento las conclusiones de mi primera toma de contacto:
1. Conviene leerse el libro de instrucciones antes. Es una obviedad, sí, pero las planchas hay que colocarlas de una determinada manera y funciona con un sistema de alarmas que indica cuándo el rizo está perfecto. Si no conoces el significado de estos sonidos, parece que no es efectiva. Antes de que os desesperéis, os cuento que la primera alarma no significa que el el rizo está listo sino que comienza a tomar forma. A partir de ahí, sonará varias veces (según la intensidad que hayamos marcado) y será al final de estas alarmas cuando podamos abrir la plancha.
2. Mucho cuidado con los mechones. Para que el rizo quede perfecto, hay que seleccionar el mechón con mucho cuidado y no debe llevar demasiado pelo porque la plancha se atasca y se quema el cabello. Por eso, hay que realizar esta tarea con mucha paciencia y tiempo, sobre todo si tenemos mucha cantidad de pelo.
3. El protector de calor es fundamental. Quienes utilizáis planchas alisadoras, sabéis de lo que os hablo. Al final, no hacemos otra cosa que aplicar una fuente de calor muy fuerte al pelo para realizar el peinado y, si no usamos antes un protector, el cabello sufre demasiado. Yo opté por el spray fijador Elnett Satin de L’oréal para mantener las ondas porque, además, es protector del calor.
Debo decir que el resultado es muy bueno. Las ondas, en mi caso, se mantuvieron intactas varias horas y el peinado quedó bastante natural.
¿Alguna de vosotras lo habéis probado? ¿Qué os ha parecido el resultado?
