Los ojos de Sara Carbonero, los labios de Angelina Jolie o la nariz de Adrien Brody son rasgos del rostro de sus protagonistas que les hacen singulares y, por tanto, atractivos. Todos estos rasgos se pueden potenciar para ganar expresividad. Con las cejas pasa una cosa similar. Aunque las modas tengan su parte de influencia, unas cejas mal cuidadas (ojo, tanto en hombres como en mujeres) pueden desequilibrar un rostro. Algunas veces, me han preguntado cómo se pueden maquillar los ojos para iluminar una mirada triste, por ejemplo, cuando la clave son realmente las cejas. Por ello, en cuatro claves, aprenderemos cómo cuidarlas.
1. Las modas. Como decía antes, tienen su parte de importancia aunque no deben ser vitales, sobre todo cuando se trata de modificar una parte del cuerpo. Las cejas anchas de los años dorados de Hollywood dejaron paso a las casi inexistentes cejas de los años ’70 y ’80. Esto pasa factura. Tanto en los ’90 como hoy día vuelven a llevarse anchas y a muchas personas les resulta imposible porque el pelo nunca vuelve a crecer. Por ello, yo aconsejo buscar una ceja acorde con las facciones del rostro, nunca con las modas.
2. Depilación. El hecho de que vuelva la ceja natural no significa que la llevemos sin depilar. Tampoco debemos pasarnos, sobre todo, en el caso de los hombres. En definitiva, debemos buscar un término medio. Una manera muy sencilla de saber cómo debo depilar las cejas es poner un lápiz sobre el lagrimal del ojo de tal manera que llegue a la ceja (tal y como están las líneas en el gráfico inferior). El lápiz recto nos marcará el inicio de la ceja y sobrará el vello que esté hacia el otro lado, en el entrecejo. Esto es muy importante, sobre todo en los hombres, ya que es vital para descargar la dureza de la mirada.
Posteriormente, giramos el lápiz desde el lagrimal en dirección de las agujas del reloj. El punto de la ceja que encontremos al llegar más o menos a la mitad del ojo nos indicará la altura máxima de la ceja. Las cejas puntiagudas no quedan bien a todo el mundo por lo que, las mujeres sobre todo, deben tener cuidado.
Por último, seguimos girando el lápiz (siempre desde el lagrimal) y al llegar al extremo del ojo nos encontraremos con el punto exacto al que deben llegar las cejas. Todo lo que sobrepase este punto, debe ser eliminado con cuidado, evitando siempre «el efecto cuadrado». El punto inicial y el punto final deben formar un ángulo de 90º.
Teniendo en cuenta estas coordenadas, eliminaremos siempre por debajo de la ceja y muy pocas veces por encima de ella (solo en las esquinas cuando se trate de algún pelo suelto). Nunca elimines la forma natural de la ceja eliminando más pelo del necesario. Si es la primera vez, yo siempre recomiendo que la depilación la haga un profesional para que tengamos el patrón sobre el que basarnos en posteriores depilaciones.
3. Cepillado. Es conveniente que, al igual que hacemos con el cabello, también peinemos nuestras cejas. Se hace con un cepillo especial y la dirección siempre es de abajo hacia arriba. Para cejas rebeldes, se puede utilizar algo de laca (muy poco) sobre el cepillo.
4. Maquillaje. E insisto que tanto para hombres como para mujeres. Muchas personas tienen las cejas poco pobladas, lo que resta rotundidad a la mirada. Por ello, existen lápices correctores que maquillan las cejas para conseguir un efecto más opaco. Salvo que se tenga el pelo muy oscuro, yo recomiendo siempre lápices marrones, con tonos similares a nuestro tono de pelo natural. Si no se tiene un lápiz, la sombra de ojos también es eficaz.
Espero que estos pequeños consejos os hayan resultado de utilidad. Recordad que si necesitáis resolver alguna duda, podéis contactar conmigo aquí.